jueves, 29 de septiembre de 2011

En manos de golpistas

Hace meses apuntaba que la mayor aportación del nacionalismo catalán a la ciencia política es haber inventado el golpe de Estado no violento ni compulsivo, el golpe de tracto continuado.


Esta semana después de la estocada final a los Toros sin reparar en el coste y quebranto económico que ello suponga, se anuncian bajadas, puntuales o no, en las retribuciones del personal sanitario catalán; cuando la propaganda socialista en el precalentamiento electoral alude a que los recortes en sanidad no se pueden aceptar, pero para nada embiste contra el gobierno catalán, por esa necia condescendencia del PSOE con todo lo que venga del gobierno de Cataluña,mientras no sea del PP claro.


¿Son esas las ventajas de estar transferidas las competencias a las Autonomías? Una vez más queda evidenciado que el único chollo del autogobierno es sólo para los que lo ejercen.


Yo que por culpa del sistema autonómico estoy netamente en contra de la Constitución de 1978 constato día tras día que en su soberbia y aunque sea a consta de la ciudadanía o de sus empleados públicos traspasados, los políticos en general y los de Cataluña en particular, no están dispuestos a confesar su ruina o incapacidad de seguir gestionando una competencia y devolverla al Estado, y antes que pedir auxilio de gestión a éste,que no de dinero,sacrifican a los suyos y en vez de confesar su incapacidad, caminan hacia la ruina, no atribuyendo nunca que esta se deba al desmadre autonómico y a la pluralidad de Administraciones.


Se creen estos aldeanos del nacionalismo catalán que son europeistas , pero en su obsesivo y acomplejado patriotismo de terruño, el conseller de economía se atreve a decir que no aceptan imposiciones del Estado español ni de Europa en cuestiones de control del deficit.


Resulta simplemente espeluznante que mientras Grecia y España tienen poco menos que de rodillas ante Europa prometer el ser eficaces, estos mierdas de CiU parapetados tras el Estado dicen y hacen lo que les da la gana, sin que el Estado central se atreva de una vez por todas sino a disolverlos sí a ponerlos firmes.Eso sí, a los infelices se nos exige la lealtad constitucional que los nacionalistas no tienen y que además se atreven a confesar.


Queda ya poco para las elecciones del 20-N y al día de hoy no pienso dar mi voto a nadie que no se atreva a prometer la enmienda del sistema autonómico. La clave no creo que esté en que las Autonomías, las Diputaciones y los Ayuntamientos decidan gastar menos en esto o aquello,la clave está en que no tengan siempre competencia para decidir si lo hacen o no.