miércoles, 30 de mayo de 2012

52 Crédito/Descrédito

Puedo entender que en aras de la reputación general del país , es decir del crédito, se omita intencionadamente algunas informaciones y detalles, que al fin y al cabo redunda en beneficio de todos.Pero el pueblo ha llegado a tal grado de hastío de la casta que aún a pesar de un posible perjuicio, lo que queremos es absoluta veracidad de lo que se hace, se va a hacer y de lo que se deja de hacer.
Ya alegué en un post anterior las suculentas acepciones del verbo PREVER. Hoy reparo en un término y en su antónimo: crédito y descrédito.Lo curioso es que la acepción a la que apelo de crédito nos hace ver la influencia global que todo tiene en todo, y lo sensible que la economía y la capacidad financiera del país viene afectada por episodios o detalles que poco parece que tienen que ver con ese poder económico.Es decir que jugando con las acepciones podríamos decir que cuando perdemos el crédito[ descrédito] no obtenemos crédito.


Crédito: Concepto que merece cualquier Estado en orden a su legalidad en el cumplimiento de sus contratos y obligaciones.

Descrédito:(De des- y crédito).  Disminución o pérdida de la reputación de las personas, o del valor y estima de las cosas.

Algo que se debe esperar de los dirigentes políticos para que alcancen la condición de líderes, necesaria para conducir la Nación, es su pronunciamiento, y por tanto su capacidad para ello, de sobre asuntos de actualidad, tener opinión inmediata o cuasi inmediata,aunque sea en temas en los que pueda no tener nada que actuarse. Y ese es el lamentable error del político aquejado del mal de la prudencia en exceso.Omitir su opinión sobre asuntos que puede escapar a tener que hacer alguna actuación, cuando precisamente la actuación empieza y acaba en saber lo que el líder piensa de eso.
Antes de la anunciada pitada al Himno Nacional, en la final de la Copa del Rey del 25 de mayo, sólo Esperanza Aguirre y Rosa Díez reaccionaron ante la invitación a la injuria.
Uno podía suponer que el resto de la casta esperaría a que se consumaran los hechos para hacer un pronunciamiento o emitir opinión al respecto,pudiendóseles perdonar que no tuvieran la gallardía de las dos citadas, convertidas en provocadoras, al estilo de cuando el violador dice que la culpa era de la violada por llevar minifalda.¡ Pero no!
Llegó el encuentro y se consumó la injuria, que a estas alturas hasta me da igual que se considere o no delictiva o meramente sancionable. Lo que es insoportable para este pueblo huérfano de líderes ,que tengan la categoría de tales , es que al desprecio consumado no se responda con un comentario airado y condenatorio por parte de los que parece que dirigen el país, o por el propio aprendiz de rey que lo da por no oído, como cuando en la boda de una hermana le preguntaban por la suya y contestó que no oía.
 Al final son más despreciables las víctimas que consienten, que los propios ejecutores de la afrenta.Hasta en la propia TVE la tal Escario comentó la pitada con una sonrisa y a modo de anécdota graciosa como si se tratara de haber lanzado al terreno de juego un conejo o una gallina. Cosa desde luego que hubiese sido más pertinente porque al fin y al cabo esa presidencia de autoridades era eso lo que parecían:animales de corral.
No se dan cuenta que episodios de esa naturaleza aunque sean deportivos en origen, perjudican al crédito y fomentan el descrédito de la Nación.¿Qué se puede pensar en otros países del nuestro, cuando ven esas ofensas cuasi institucionales al sentimiento de Unidad y con oídos sordos de quien tendría que representar a los ofendidos?
Mariano Rajoy decía el otro día que lo de la alta prima de riesgo que tenemos estos día no tiene nada que ver con lo de Bankia. No iluso todo tiene que ver ,y lo primero para tener crédito internacional en todas sus acepciones es trasmitir imagen de país cohesionado, y no centrifugado por alguno de sus extremos. Se podrá pitar al gobernante de turno, o incluso al rey después de sus devaneos, pero no al núcleo simbólico de la Nación.