miércoles, 13 de abril de 2016

El hastío

hastío: s. m. Sensación grande de aburrimiento o cansancio por una cosa que ya no llena o satisface.

No, no es indolencia, molicie, ni vagancia. Sigo como siempre con mis hábitos y ocios disciplinados y constantes. Es hastío lo que me ha alejado de la res pública. Primero empecé hará dos meses a dejar de ver los telediarios con el convencimiento de que las noticias por el hecho de serlo eran siempre malas noticias;  cobardía o escapismo que creo favorecía a mi salud mental. Lo peor no sólo es que sean malas noticias, es que estas te afecten a veces directamente, y siempre anímicamente.Y luego a medida que después de semanas y semanas de ronroneos, reuniones y conversaciones, ¡muchas conversaciones!, la clase política nos llevará de nuevo a unas elecciones por incapacidad toda ella de gestionar un resultado electoral , se ha producido en mi un hastío no sé si definitivo, que me ha hecho sentirme ajeno y difícilmente ya recuperable y capaz de arrastrarme hasta una urna electoral.

9 de junio de 2016
Soy consciente del embrutecimiento que implica la ajeneidad en la que vivo respecto a la actualidad en general y la política en particular. Sino fuese por el vicio/hábito de la lectura creería que involucionaba en entendimiento, pero la lectura me consuela de ese complejo y me permite vivir casi mundo paralelo. Llevo ya meses sin ver un telediario ni leer prensa digital o en papel, y cuando zapeando recalo segundos en un noticiario o tertulia política asqueado huyo, porque veo que los temas y las caras son las mismos. Es dura esta alergia mental a la realidad que intenta implicarte , pero ya lo concluí yo una vez como antropólogo : la superioridad moral de la época actual es la posibilidad de la disidencia discreta.
Pídeme algo, soy Alejandro Magno, le dijo el emperador a Diógenes: apartate que me tapas el sol. Hoy yo les digo: ¡DEJADME EN PAZ!
27 de junio de 2016
Sí, mi aislamiento y embrutecimiento no podía llegar a tanto. Claro qué sabía que ayer hubo elecciones generales, pero disciplinado he logrado permanecer al margen de la campaña electoral, no he visto ni oído nada, y anoche ni puse en la tv los programas sobre los resultados, solo la incontinente de mi madre me dio más o menos los resultados que yo despreciaba saber.En realidad ha sido también un ejercicio de voluntad porque en estos meses he estado tentado muchas veces de inmiscuirme en la realidad oyendo las noticias, pero he logrado estar out, claro que acabo enterándome, como lo del Reino Unido ,que es verdaderamente fuerte y por desgracia con quebranto económico para mis ahorros, aunque felizmente haya decidido desinvertir en los engañosos fondos de inversión, pero algo tengo en ellos atrapado, y estos está a merced de todo casi siempre para malograrlos mas que para revalorizarlos.
En suma quise hace meses sacar de mi vida diaria  a la POLÍTICA  en general y a los políticos en particular y hoy día después de las elecciones puedo decir que lo he conseguido, aunque ayer cuando volvía en tren a Barcelona y le comentaba esto al actor, cantante y humorista Pablo Carbonell aún no lo sabía , pero al llegar a casa y ser capaz de prescindir de la noche electoral me dije , ¡qué felicidad!