martes, 2 de abril de 2013

64 LA ÉTICA SACRIFICIAL DEL SIGLO XXI (los nuevos sacrificios humanos)

Viernes Santo.29de marzo de 2013
Sin deseo alguno de contextualizar,relativizar,justificar y ni siquiera comprender, hubo un tiempo que en algunas culturas para prevenir o reparar las desgracias colectivas, la sociedad pagaba un tributo en sangre humana, con víctimas humanas propiciatorias, voluntarias o forzadas, y resabio de aquellas orgías sangrientas, y hoy precisamente viernes santo recordamos la inmolación redentora y voluntaria de Jesucristo.
 Llegado el tercer milenio y prácticamente coincidente con él, hasta el tributo sacrificial de poder dar la vida en la guerra, desapareció en Occidente  con la abolición generalizada del Servicio Militar.
La vida y la integridad física aparecen como valor absoluto, se destierra la pena de muerte y los poderes públicos se hacen garantes y responsables de la salud pública, y hasta de las quiebras en la integridad física que las infraestructuras puedan producir a un ciudadano o de la bacteria contaminante de un quirófano.Nadie te exige tu sangre, y mucho menos hasta la última gota, que decía el juramento a la Bandera, y cuya expresión también fue desterrada con el nuevo milenio.
Protecciones y sensibilidades que se extienden a la libertad de opinión, pensamiento, credo y a la libertad ambulatoria y de circulación entre los países socios.
Pero sin darnos cuenta --aunque ya lo intuí cuando quedó bajo sospecha el ahorro en casa y el pago en metálico--,los poderes públicos europeos con el caso de Chipre han ideado una nueva ética sacrificial para invocar perdón a los dioses y aplacar nuestras ruinas y desgracias: no queremos vuestra sangre, queremos vuestro dinero.Ya no se saca  la sangre de nadie, se saca el bolsillo del ahorrador.No se trata de aumentar la presión fiscal a especuladores, sino de tratar simplemente de confiscar o requisar parte de tus depósitos bancarios aunque no sean productivos. Primero se vierte la sospecha legal sobre el libre ahorro privado y domiciliario como si el producto excedente de tu trabajo fuera delito fiscal tenerlo a tu entera disposición y fuera de control, y todo ello con el fin que ahora queda esclarecido no de aumentar la presión fiscal sobre los especuladores, sino de apropiarse de tus ahorros.
Hasta ahora creíamos que el dinero estaba más seguro en el banco que bajo el colchón. Ahora los ladrones más peligrosos y dañinos para la generalidad están al frente de los gobiernos europeos que se convierten eventualmente en salteadores. Tal vez si en vez de a por mi dinero viniesen a por mi tendría clara la respuesta, porque cuando se trata de la vida y se está dispuesto a morir, todo tiene solución.
Y de todo ésto, nuestro valeroso Mariano Rajoy con su habitual verbo de la cobardía, que el llama prudencia, no dice que no se nos aplicará quita alguna, simplemente dice que el no está de acuerdo, lo cual no tranquiliza nada, pues llegado el caso eso no quiere decir que el se negara a aplicarnos una directiva europea que aún en contra suya hubiese salido adelante. Lo que me temo es que los miembros de este Gobierno, que no se opondrían a aplicar la confiscación  que pudiera aprobarse para el país, ya han empezado a deslocalizar sus fondos para quedar a salvo de eventuales zarpazos a sus fortunas, porque hay algo indiscutible como es que de la eventual medida se enterarán antes de que se vaya a producir.