Parece que recordar a las víctimas de las masacres, retroactivamente les alivia, y reconforta a sus sucesores o supervivientes. Si el recuerdo también sirve para avivar el fuego --espero que eterno--en el que se abrasan los verdugos quiero contribuir a ello trayendo a la memoria una parte menos aireada del Holocausto, supongo porque los masacrados fueron muchos más servios que judíos, pero en todo caso forma parte de la misma tragedia. Me refiero a las matanzas del campo de concentración de Jasenovac en Croacia y que empezó a funcionar ahora hace 70 años en agosto de 1941.
Estos días estoy ambientado en la caída del Tercer Reich con la muy ilustradora y entretenida lectura de Ruggero Zangrandi en El regreso, y desde ayer con Hotel berlín,1943 de Vicky Baum. Buscaba a raíz de la lectura antecedentes sobre las decapitaciones en la Alemania nazi, y además del verdugo alemán recordman guillotinador de aquellos años, me sale un personaje croata de origen franciscano Petar Brzica y que desgraciadamente no probó la justicia humana en este mundo, ya que se le perdió la pista en Estados Unidos allá por 1970. Este campeón de la muerte ganó en el campo de Jasenovac un macabro concurso al ser el que más prisioneros fué capaz de matar en un solo día, obteniendo su premio tras rajar la garganta de 1360 servios.
¡¡Petar Brzica
espero que del cíngulo franciscano que tan asquerosamente abjurastes, cuelgues para toda la eternidad en las simas del Infierno. Hogar más confortable sin duda que el que tú ayudastes a crear en tú patria croata con tus habilidades de matarife.No descanses en paz so cabrón!!
Los horrores del campo de Jasenovac eran tales que hasta la Gestapo había informado por escrito al jefe de las SS de la bestialidad que existía en el campo.
Y todo eso pasaba porque se había proclamado el Estado Croata en ese mismo 1941, régimen filonazi dirigido por Ante Pavelić del que nos cabe el triste dato de haberlo acogido aquí en sus 2 últimos años de exilio, muriendo en Madrid en 1959.
Pero la mala conciencia croata por sus crímenes durante la II GM debía estar viva en la guerra civil de Yugoeslavia de la última década del pasado siglo, ya que los croatas aprovecharon su guerra de independencia para intentar hacer desaparecer los vestigios de aquel holocausto.
Finalmente en setiembre de 2009,
el Arzobispo de Zagreb, Josip Bozanić, cardenal de la Iglesia condenó los crímenes de Jasenovac durante una misa celebrada en el lugar que ocupó el campo:
"
aquí en Jasenovac, sentimos un profundo dolor por todas las víctimas, especialmente aquellas que aquí sufrieron y que fueron asesinadas por miembros del pueblo croata, y aun más por miembros de la Iglesia católica" Sin duda estaría pensando en el malhadado Brzica al referirse a miembros de la Iglesia.
Aunque sería más apropiado traer esta cita a Celdas de papel, dado que la lectura consecutiva de estas dos muy buenas obras me ha llevado al comentario sobre el Holocausto en Croacia, dejo en este sitio la referencia gráfica de las dos obras mencionadas .