.....o cuando se es el primero en el avance y el último en la retirada 
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Esta última CRISIS NACIONAL ha sido muy esclarecedora para comprender otros momentos de la Historia, al menos de la que sin haber vivido hemos incrustado en nuestras vidas debido al recuerdo trasmitido de padres y abuelos.
No se si los jóvenes de hoy tienen incorporado a su imaginario íntimo la Guerra Civil, pero los que nacimos a los 20 años de la contienda crecimos con esa referencia inexcusable , para bien o para mal.
Se ha interpretado que sucedió también por la poca civilización de las generaciones intervinientes y criminalidades aparte que las hubo en ambos bandos, la explicación del recurso a la FUERZA,tan denostada al decir de Ortega y Gasset, hoy cobra una nueva dimensión en este país. Años de cosecha demonizando la FUERZA , muy probablemente para redimirnos de nuestra Guerra han conducido la nación al amariconamiento más ñoño donde quien llamado a ordenar contra nuestros enemigos el uso de la fuerza guerrera , no son valientes ni para reconocer su objeción de conciencia y presentan una ominosa derrota frente a los piratas como la gran azaña salvadora de la vida de unos presuntos rudos pescadores del Cántabrico.
Hoy se comprende el pasado, y no fue la incivilización lo que nos lanzó a la batalla , fue el compromiso y el sacrificio por la comunidad lo que a unos y a otros les impulsó a jugarse la vida y sin miedo a perderla, darla.
La construcción de la Historia grande o chica no puede tener un coste 0 de sangre. Nuestros antepasados supieron lo que había que hacer y estos días he sentido la angustia propia y ajena de la rabia y la impotencia provocada por nuestros gobernantes que han capado o intentan capar el espiritu guerrero de un pueblo que en las dosis exactas es imprescindible para que este perviva y no sea una masa de mariconas expuestas a ser derrotadas por cualquier enemigo.
Habría una terrible imagen comparativa para soliviantar más aún a los que hemos deseado una solución menos vil: la foto de una canoa de los piratas abarloada junto a una de las fragatas, y con este pie de foto: "esto pudo contra lo otro", ¿cuantas canoas o esquifes caben en una fragata?.
La crisis del Alakrana marca un antes y un después en la conciencia colectiva de los españoles, donde se ha evidenciado que el pacifismo vergonzante finalmente ha hecho mella en gran parte de la sociedad, y lo que es peor en la totalidad de las instituciones gobernadas todas por una casta adormecida, presuntuosa y bien pagada, empezando por el Gobierno y seguida por la avergonzada Oposición, que no ha tenido reflejos ni firmeza para exigir al Gobierno la verdad.
No diré que que el JEMAD y el resto bajando en la cadena de mando cometan delito de rebelión o desobediencia, pero tampoco se explica como son felices mandando un Ejército pacifista,y tras cumplir lo ordenado y con las consignas de inacción que ha habido, si uno sigue en lo más alto del escalafón es porque cambió con gusto la espada por la sonrisa. No JEMAD, en la Guerra civil no había generales de cuatro estrellas como tú, pero no te quepa la menor duda que el último miliciano voluntario de cualquiera de los dos bandos era mejor apoyo y compañía en cualquier gesta que tú.
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Esta última CRISIS NACIONAL ha sido muy esclarecedora para comprender otros momentos de la Historia, al menos de la que sin haber vivido hemos incrustado en nuestras vidas debido al recuerdo trasmitido de padres y abuelos.
No se si los jóvenes de hoy tienen incorporado a su imaginario íntimo la Guerra Civil, pero los que nacimos a los 20 años de la contienda crecimos con esa referencia inexcusable , para bien o para mal.
Se ha interpretado que sucedió también por la poca civilización de las generaciones intervinientes y criminalidades aparte que las hubo en ambos bandos, la explicación del recurso a la FUERZA,tan denostada al decir de Ortega y Gasset, hoy cobra una nueva dimensión en este país. Años de cosecha demonizando la FUERZA , muy probablemente para redimirnos de nuestra Guerra han conducido la nación al amariconamiento más ñoño donde quien llamado a ordenar contra nuestros enemigos el uso de la fuerza guerrera , no son valientes ni para reconocer su objeción de conciencia y presentan una ominosa derrota frente a los piratas como la gran azaña salvadora de la vida de unos presuntos rudos pescadores del Cántabrico.
Hoy se comprende el pasado, y no fue la incivilización lo que nos lanzó a la batalla , fue el compromiso y el sacrificio por la comunidad lo que a unos y a otros les impulsó a jugarse la vida y sin miedo a perderla, darla.
La construcción de la Historia grande o chica no puede tener un coste 0 de sangre. Nuestros antepasados supieron lo que había que hacer y estos días he sentido la angustia propia y ajena de la rabia y la impotencia provocada por nuestros gobernantes que han capado o intentan capar el espiritu guerrero de un pueblo que en las dosis exactas es imprescindible para que este perviva y no sea una masa de mariconas expuestas a ser derrotadas por cualquier enemigo.
Habría una terrible imagen comparativa para soliviantar más aún a los que hemos deseado una solución menos vil: la foto de una canoa de los piratas abarloada junto a una de las fragatas, y con este pie de foto: "esto pudo contra lo otro", ¿cuantas canoas o esquifes caben en una fragata?.
La crisis del Alakrana marca un antes y un después en la conciencia colectiva de los españoles, donde se ha evidenciado que el pacifismo vergonzante finalmente ha hecho mella en gran parte de la sociedad, y lo que es peor en la totalidad de las instituciones gobernadas todas por una casta adormecida, presuntuosa y bien pagada, empezando por el Gobierno y seguida por la avergonzada Oposición, que no ha tenido reflejos ni firmeza para exigir al Gobierno la verdad.
No diré que que el JEMAD y el resto bajando en la cadena de mando cometan delito de rebelión o desobediencia, pero tampoco se explica como son felices mandando un Ejército pacifista,y tras cumplir lo ordenado y con las consignas de inacción que ha habido, si uno sigue en lo más alto del escalafón es porque cambió con gusto la espada por la sonrisa. No JEMAD, en la Guerra civil no había generales de cuatro estrellas como tú, pero no te quepa la menor duda que el último miliciano voluntario de cualquiera de los dos bandos era mejor apoyo y compañía en cualquier gesta que tú.
Antes siempre que se ejemplificaba sobre el tema de la OBEDIENCIA DEBIDA era para oponerse o no a acciones militares crueles o desproporcionadas en el uso de la fuerza, ahora los doctrinarios ya tienen un ejemplo más suculento que comentar : negarse a hacer el rídiculo como causa de justificación a la orden recibida.
ResponderEliminarCreía que en esta desgraciada crisis nacional sólo la Armada había sufrido la afrentosa gestión del Gobierno, ahora veo que también se ha humillado al Ejército del Aire. Verdadermente hubiese sido de caso antológico para la Jurisprudencia resolver sobre el proceso penal que se hubiese formado contra los aviadores que se hubiesen negado a realizar tan miserable misión de llevar la pasta y lanzarla.