lunes, 23 de noviembre de 2009

13 La canción bajo la que todos combatieron



...¿por qué los cobardes no tienen banda sonora?

Hans Leip (1893-1983) podría haber pasado a una antología etnológica de poesía alemana de guerra si su copla “Canción de un joven soldado de guardia”, compuesta en 1915 cuando partía para el frente ruso, no hubiera salido de su propio ámbito nacional presente o venidero; pero sin hacer nada más, el destino le tenía preparado otro sitio en la historia de la música.
Creo que puede ser más o menos aceptable que a propósito del patrimonio etnológico poético o musical, apliquemos a este los caracteres de la definición esencialista de Isaac Chiva sobre patrimonio etnológico y que supone “…elementos que fundamentan la identidad de cada grupo social y la diferencia de los otros.”
A la vista de esta caracterización del patrimonio etnológico, la difusión y apropiación de la copla más allá de su origen nacional, creo que le hace desmarcarse de lo etnológico. De alguna manera es una elevación de rango, ya que una canción que se convierte en universal primero en el espacio y luego en el tiempo le hace perder la etiqueta de etnológica, ya que de otra forma y como decimos por aquí, “sólo la conocerían en su pueblo”.
Esa afortunada perdida de identidad empezó cuando el entonces afamado compositor Norbert Schultze (1911-2002) musicó en 1937 la poesía de Leip, editada como canción un año después con el título de “La chica bajo el farol”, pero no fue con este ni con el título de Leip como pasaría a la posteridad.
LILÍ MARLEEN empezó a adoptarse como canción de guerra de las tropas alemanas en 1940, difundiéndose fuera del ámbito germánico cuando desde Radio Belgrado se empezó a emitir a partir de agosto de 1941 para los propios combatientes alemanes. Llegó a tal la popularidad de la canción que fue la sintonía diaria de cierre de programación. En cambio ese éxito popular no venía acompañado del respaldo oficial, aunque nada lograse el ministro de Propaganda Goebbels para prohibirla, como tampoco los aliados por considerarla del enemigo hasta que la fuerza de su popularidad hizo que la adoptase el VIII Ejército Británico.
Había nacido la primera canción de guerra para todos los bandos, había dejado de ser patrimonio etnológico musical para ser patrimonio común musical. Tampoco España en su formal neutralidad quedaría al margen de la universalidad de la canción y la División Azul hizo su propia versión con una nueva letra.
LILÍ MARLEEN no fue sólo en los años de guerra una canción nostálgica que encerraba en su melodía pegadiza el presagio del fin; era el testimonio de una generación en la que todos se vieron obligados a decir adiós a alguien. Fue inútil que las autoridades alemanas quisieran prohibirla por desmoralizadora y derrotista, y que al principio los aliados la consideraran del enemigo, en realidad fue el único símbolo común a todos, el himno común de unas generaciones abocadas a la muerte.

1 comentario:

  1. El villancico austriaco Noche de paz, noche de amor es otro ejemplo de canción de ambos bandos. Los ejércitos aliados y el alemán la entonaron juntos en el frente como buenos ejércitos cristianos el día de Navidad de 1914, en lo que ha pasado a la historia como la Tregua de Navidad.

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